La formación de los profesionales de archivos, bibliotecas y museos ha sido una preocupación constante a lo largo de la historia de la Dirección General. La ausencia de unos estudios reglados que garantizaran la formación en materias tan específicas como catalogación, clasificación, bibliografía o paleografía y diplomática, llevó al Ministerio de Instrucción Pública a organizar numerosos cursos especializados para afianzar las destrezas de los profesionales que trabajaban en sus archivos y bibliotecas.
En 1952 se inauguraron los cursos para la formación técnica de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos. Se impartían en la Biblioteca Nacional para completar la formación de los facultativos que habían superado las oposiciones. Su propósito fundamental, tal y como reza el Boletín de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, era “[…] el de facilitar la preparación técnica conforme a los métodos más modernos, de los futuros profesionales de Archivos, Bibliotecas y Museos, en sus dos modalidades, en la escala de auxiliares y de técnicos facultativos […]”. Estos cursos de formación son el antecedente directo de la Escuela de Documentalistas que, fundada en septiembre de 1964, funcionó con distintos nombres a lo largo de más de veinte años, y que fue clausurada en 1986 al institucionalizarse la formación universitaria con la creación de los estudios oficiales de biblioteconomía y documentación en varias universidades españolas.
Ficha: 70/100 Unidad: Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria.