Abanico plegable, con diez varillas y dos guardas de hueso calado unidas por medio de un clavillo de nácar. El país es de papel con aplicaciones fotográficas. El anverso presenta copias positivas a la albúmina, iluminadas a la acuarela, dispuestas en cinco niveles. El primero de ellos alterna dibujos de banderillas de distintos colores. En segundo lugar, aparecen retratos de toreros decimonónicos y, bajo éstos, un tercer nivel con los nombres de los mismos en letras doradas, entre los que figuran, por ejemplo, El Lagartijo, Villaviciosa, Frascuelo o El Currito. En el cuarto nivel se representan suertes del toreo, y, en el quinto, alegorías toreras.
El reverso presenta una reproducción en positivo, también a la albúmina, de un dibujo de José Luis Pellicer, representando la antigua plaza de toros de Madrid, situada en la calle Goya e inaugurada en 1874, así como diversos personajes entrando y saliendo de la plaza.
El 12 de diciembre de 1864, Jean Laurent presenta un privilegio de invención para la "aplicación de la fotografía a los abanicos" (Archivo de la Oficina Española de Patentes y Marcas, privilegio 3026, 12-12-1864). Se conocen varios ejemplares similares a éste en diferentes instituciones y colecciones, como el Museo provincial de Ávila, la colección Benavites, el Museo Marés de Barcelona, las Bodegas Osborne o el Hwajeong Museum de Seúl.
Además, las copias positivas aparecen iluminadas, proceso que también registró Laurent en dos ocasiones: Oficina Española de Patentes y Marcas, privilegios 1321 y 1474, de 1855 y 1856.
Sabemos que Laurent realizó a lo largo de su vida numerosos retratos de personalidades de la época, entre ellos, toreros. El estudio del fotógrafo se llenó de toda clase de elementos decorativos y de atrezzo a tal fin, como cabezas naturalizadas de toros de lidia, banderillas, etc.
Resultaba muy común que las mujeres asistieran a los espectáculos taurinos con un atuendo particular y tocadas con la característica mantilla española. Como complemento indispensable, utilizaban un abanico "ex profeso" para este espectáculo, con el país decorado con escenas taurinas, representando bien a los toreros en plena faena, bien las diversas suertes taurinas o el ambiente de la plaza antes o después de la corrida.
Entre los abanicos taurinos, se realizaron unos de tipología más popular, caracterizados por tener el varillaje de madera o caña y el país de papel litografiado, generalmente con escenas taurinas, y que se vendían a las puertas de los cosos taurinos. Asimismo, se ejecutó otro tipo de abanicos elaborados con materiales más suntuosos, como el hueso o el marfil y con el país de papel o tela pintado, o bien con aplicaciones de fotografías, destinados a un público más selecto, que los adquiría en tiendas dedicadas a vender este tipo de complementos de indumentaria. A este segundo grupo correspondería este abanico, que tiene la particularidad de reunir una interesante serie de fotografías de toreros decimonónicos y suertes del toreo, realizadas en el famoso estudio del fotógrafo Laurent, aplicadas a un soporte tan peculiar como es el país de un abanico.
Museo Nacional del Romanticismo
Para más información descarga la ficha de CERES