Cartel anunciador de la corrida de toros celebrada en la tarde del jueves once de mayo de 1843, en la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá de Madrid, a beneficio de los Hospitales Generales Nacionales de Madrid. En el festejo intervinieron como espadas Juan Pastor “El Barbero”, Francisco Ezpeleta y Manuel Díaz “El Lavi”, que lidiaron toros de distintas ganaderías: la ganadería madrileña de Casa-Gaviria, creada en torno a 1820 con reses de Perdiguero, la de Duques de Veragua, compuesta por vacas y toros vazqueños y la colmenareña de Elías Gómez, fundada también en la década de 1820, con reses de casta jijona.
Desde el punto de vista gráfico, en el cartel predomina el texto, con diferentes clases de tipografías, enmarcado por una orla de hojas de acanto. Destaca, no obstante, la inclusión, en la parte superior del mismo, de una ilustración con una escena taurina, en la que se aprecia la participación de dos picadores y diferentes lidiadores durante la suerte de varas.
Interesante resulta la participación en la corrida del mencionado Juan Pastor, conocido como “El Barbero”, nacido en 1812 en Alcalá de Guadaira. El historiador taurino del siglo XIX, José Sánchez Neira, indica que fue torero de accidentada biografía, habitual en cafés y tabernas de Sevilla, donde se hizo popular entre los viajeros extranjeros que llegaban a Andalucía, sirviendo de inspiración a pintores e ilustradores atraídos por la imagen romántica de España. Théophile Gautier lo menciona en una corrida de 1840 en su Voyage en Espagne:
“… un trueno de aplausos estalló en todo el anfiteatro; los palcos de la nobleza, las gradas cubiertas de la burguesía, el tendido de los manolos y manolas, gritaban y vociferaban con todo el ardor y petulancia: ¡Bueno! ¡Bueno! ¡Viva el Barbero!”
Por su parte, el gaditano Francisco Ezpeleta y Moreno, nacido en 1795 en Sanlúcar de Barrameda y primer matador de la dinastía torera de los “ezpeletas”, fue diestro de arrojo. Debutó en la cuadrilla de “El Platero”, tomando antigüedad como matador en 1833.
El tercer diestro del cartel es el gaditano Manuel Díaz Cantoral “El Lavi”, quien se presentaba ese día en Madrid, en lo que se consideraba como su alternativa. Según indica Cossío, fue “El Lavi” una extraña mezcla de valor y miedo, de garbo y comicidad. Conservamos varías imágenes suyas, destacando una bella litografía realizada por el destacado dibujante, litógrafo e ilustrador Vicente Urrabieta y Ortiz.
El cartel especifica las multas por mal comportamiento de los asistentes. Poco sabemos del resultado artístico del festejo más allá de una anécdota, recogida en diferentes medios de la época, referente a un amago de plante de los picadores de la plaza de Madrid, en ese mismo año de 1843, en protesta porque no se les presentaban correctamente los caballos que se iban a utilizar en la lidia.
Museo Nacional del Romanticismo
Para más información descarga la ficha de CERES