Número de inventario: 44447. Calanda (Teruel).
Arcilla. 19 x 31 x 32 cm.
Los bebederos para animales de granja, probablemente, hayan sido (junto con los comederos) unas de las piezas más recurrentes y extendidas en la producción de los alfares españoles (C. Nonell, 1973: 66). Efectivamente, para garantizar su propia subsistencia el ser humano dentro del ámbito rural, se ha rodeado de animales a los que a su vez ha tenido que sustentar. En este sentido, la alfarería supo cubrir perfectamente esta necesidad fusionando forma y utilidad, para dar de beber y comer adecuadamente a estos animales (S. Savini Celio, 1997: 621). El alfarero produjo entonces, una inmensa variedad tipológica de bebederos adaptando la forma a las características específicas del animal en cuestión. En el caso particular que nos ocupa, probablemente se trate de un bebedero para gallinas, pero también fueron fabricados otros, morfológicamente distintos, para palomas y conejos. A menudo, el destinado a las gallinas se componía de dos piezas: un recipiente de forma oval colocado en forma invertida y un plato de borde alto, sobre el que se colocaba aquél. Se llenaba entonces de agua el primer recipiente que, en virtud de la ley de los vasos comunicantes, dejaba salir el agua hasta el borde del plato sin rebasarlo nunca. Mediante este sistema, como afirma E. Castellote (1979: 121), en el gallinero se aseguraba la provisión de agua por un período considerable de tiempo.
Finalmente, cabe agregar que Calanda (Teruel) –el lugar de producción de este bebedero– debido a la calidad de sus barros, fue un centro especialmente conocido por sus vasijas de agua; es decir, por la fabricación de piezas destinadas al acarreo, conservación y bebida del agua fresca (M.ª E. Sánchez Sanz, 1996).
Pieza donada por Helen M. Knecht-Drenth y Tijmen Knecht.
LMM