Número de inventario: 82938.
Madera. 24 x 36 x 11,5 cm.
A primera vista, la correspondencia entre lo “grande” del mundo de los adultos y lo “pequeño” del mundo de juegos del niño es patente. Se basa en la idea de que el juguete es “un reflejo del mundo de los adultos”, y así se utilizan los juguetes para regresar a tiempos pasados. Esto es cierto, pero con algunas puntualizaciones.
Un cualquier caso, las tiendas de juguete son, sólo en parte, un reflejo fiel de las reales. Estas tiendecitas no reflejan “la” tienda genérica de determinada época, sino “un” tipo concreto de tienda, de hecho la que corresponde a la de una burguesía próspera y que refleja un determinado nivel de vida. Ciertamente, la posibilidad de adquirir y comer carne de manera habitual era un privilegio de las familias que disponían de un nivel de renta elevado y habitaban en los núcleos urbanos.
En el cartel de precios de venta habla de dos tipos de productos: la “molla” o parte magra de la carne y la “esqueleta”, sin distinción de un animal u otro. Las referencias a qué tipo de carne venden están la cabeza de cerdo que hay sobre el mostrador y en las piezas de vacuno colgadas al fondo.
CGHR