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Aguja de red

Aguja de red

Número de inventario: 14745. Galicia.

Madera, cáñamo. 24 x 2,5 x 0,4 cm.

Las agujas de red son el instrumento indispensable para la fabricación de redes de forma artesanal, siendo muchas veces talladas a navaja por los propios pescadores. En Galicia, el boj era la madera más apreciada para su fabricación, si bien este material ya no se usa debido a la irrupción del plástico.

Junto con las agujas, otro elemento crucial para la fabricación de redes son los malleros: tablillas de forma rectangular o cilíndrica (aunque ésta más en desuso), que sirven tanto de punto de apoyo para hacer el nudo, como para uniformar el tamaño de las mallas en cada paño de red (J. Agudo Torrico, 1991: 50). Cada pasada de aguja por el mallero forma media malla y dos pasadas una malla entera. Los materiales más empleados en los hilos eran el algodón, el cáñamo y el esparto, que se entintan muchas veces porque así se logra una mayor resistencia. La confección de las redes era en Galicia, como en otros muchos lugares, un trabajo realizado tradicionalmente por las mujeres y que se solía vender al peso una vez acabados los paños.

Los realizados de forma artesanal nunca eran tan perfectos como los de fabricación industrial, debido a que en un mismo paño siempre trabajaban varias personas, obteniéndose una forma irregular, lo que producía que con el paso del tiempo hubiese un mayor desgaste en ciertas zonas y tuvieran que repasarse más. Hoy en día la fabricación de paños se hace de forma industrial y con materiales sintéticos, aunque la armadura de las distintas partes se sigue haciendo de forma manual (F. Eiroa del Río, 2002: 79).

En las artes de red hay dos formas de trabajo: las artes fijas, o de deriva, y las móviles. En las primeras, las redes se calan y se mantienen hasta que se recoge la pesca, que ha ido hacia la red, quedando atrapada en ellas; ejemplo de estas artes son los corrales, trasmallos, almadrabas, etc. El otro grupo es el de artes móviles, en las que la red va hacia el pescado, como es el caso de las artes de cerco, para especies pelágicas, y las de arrastre de altura (J. M. Navaz y Sanz 1945: 28).

Pieza donada por Joaquín Lorenzo Fernández.

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