Azulejo

Número de inventario: 15440. Manises (Valencia).

Cerámica. 13,3 x 12,5 cm.

En esta pieza, que se puede datar entre 1775 y 1825, aparece una joven muerta en una cama y a la izquierda una vieja con un mosquitero espantando las moscas. Encontramos, pues, una de las actitudes más sencillas de rechazo hacia animales molestos, protagonizado por el uso de un espantamoscas circular cuya presencia es obligada por la escena de velatorio representada, la cual justifica también la rama que lleva la niña en las manos y las ramas que aparecen esparcidas por el suelo.

En otros contextos más cotidianos, a las moscas y a los mosquitos se les ha eliminado, en lugar de alejarlas. Así, junto a la “caza” manual, encontramos la utilización de recipientes con agua azucarada –colgados de los árboles frutales– y, más modernamente, el uso de tiras de papel impregnadas de pegamento o de máquinas que les atraen y les queman.

A las moscas se las relaciona con el diablo por vivir sobre los cadáveres y porque siempre vuelan a nuestro alrededor molestándonos y nos hacen perder los nervios. Les gusta el sabor de la sangre y normalmente van a las carnes muertas y se creía que no se atrevían a tocar a las víctimas sacrificadas (X. R. Mariño Ferro, 1996: 308).

VSC