Estampa, "Virgen de Valvanera"

Número de inventario: 79889. Logroño.

Papel. 50 x 40 cm.

Cuenta la leyenda de la Virgen de Valvanera, que se remonta a la época de San Pablo, que fue traída a la Sierra de Cameros desde Oriente por dos de los discípulos de este santo: San Onésimo y San Geroteo, construyendo en este lugar un humilde santuario. Durante la época visigoda, fue escondida junto a otras reliquias en el hueco de un árbol que milagrosamente se cerró. Una revelación indicó el lugar donde estaba la imagen, cerca de una fuente y un panal. La imagen fue descubierta posteriormente por un salteador de caminos, convertido junto a Santa Coloma y el hermano de ésta, Domingo.

Los animales vuelven a tener un papel protagonista en la aparición de la imagen, que como dice W. A. Christian (1990: 32) suele localizarse en puntos de ingreso a la naturaleza que se abren a otros mundos; los árboles y las cimas de las montañas son puntos de contacto con el cielo, mientras que las grutas y las fuentes, lo son con el mundo subterráneo.

Las abejas por tener alas y volar también serán el símbolo de la resurrección; por la miel que producen se convertirán en el símbolo de la dulzura y de la elocuencia religiosa; por la laboriosidad, el orden, el trabajo y por la virtud de sus costumbres aludirán a la virginidad de María.

La Iglesia otorgó a la cera que producen estos animales un alto valor simbólico, porque se la consideraba lo suficientemente digna como para alumbrar a la divinidad y por la creencia en la virginidad de estos animales. También se las consideraba espías de Dios, mensajeras del cielo a la tierra y portadoras del alma o representación de ella, por lo que se las tenía un gran respeto.

La colmena, a su vez, será el atributo iconográfico de algunos santos como San Ambrosio.

CNZ