Con el fin de que Francia y España llevaran una posición conjunta a la reunión de Madrid de enero de 2007, los representantes de los respectivos Ministerios de Cultura se reunieron bilateralmente en París en diciembre de 2006. Francia se había comprometido a ejercer la Secretaría del Sello de Patrimonio Europeo a partir de 2007.
El acuerdo bilateral que se alcanzó insistía en el valor altamente simbólico que debían tener los primeros sitios en obtener el Sello. Asimismo, España se comprometió a redactar un proyecto de Declaración para poner en marcha la iniciativa en la emblemática fecha de marzo de 2007.
Por otra parte, los representantes se detuvieron en aspectos muy concretos; por ejemplo el diseño del logotipo del Sello de Patrimonio Europeo, para el que se señalaron cuatros empresas, dos francesas y dos españolas. Así pues, algunos de los aspectos técnicos que se debatirían multilateralmente en Madrid quedaban definidos, con el fin de dar un comienzo ágil a la iniciativa.