Andorra, España y Francia.
Estas fiestas se celebran todos los años en los Pirineos cuando el sol está en su cenit. Por la noche, los residentes de diferentes ciudades y pueblos del Pirineo Francés llevan antorchas desde las cimas de las montañas para encender piras de construcción tradicional. Para los jóvenes, el descenso de la montaña es un momento muy especial que significa la transición de la adolescencia a la edad adulta. El festival es considerado un momento que ofrece un tiempo de regeneración y fortalecimiento de lazos, sentimientos sociales de pertenencia, identidad y continuidad, con las celebraciones que incluyen danzas folclóricas y comidas comunales.
Estas fiestas reflejan la regeneración cíclica de vínculos familiares y sociales, promueve la cultura del voluntariado, la solidaridad y la hospitalidad y refuerza el sentido de pertenencia, la identidad y la continuidad de las comunidades pirenaicas empleando a la familia como centro de transmisión del elemento a las generaciones más jóvenes, con el apoyo de una red de portadores de la antorcha y otras asociaciones vinculadas a la fiesta.
En esta candidatura trasnacional participan Andorra, Francia y España, concretamente las Comunidades Autónomas de Aragón y de Cataluña. Las localidades en las que se práctica esta fiesta son:
En Aragón: Montanuy, Aneto, Castanesa, Bonansa, Laspaules, Sahún, Villarrue, Suils, (Ribagorça) y Sant Juan de Plan (Sobrarbe)
En Cataluña: Lés, Arties (Valle de Aran) Pont de Suert, Casós, Llesp, Barruera, Taüll, Boí, Erill la Vall, Durro, Villaller ey Senet ( Alta Ribagorça), Alins, Isil (Pallars-Sobirà) La Pobla de Segur (Pallars Jussà), Bagà y Sant Julià de Cerdanyola (Berguedà)