Emiratos Árabes Unidos, Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Hungría, República de Corea, Mongolia, Marruecos, Qatar, Arabia Saudí, España, República Árabe Siria, Alemania, Italia, Kazakstán, Pakistán, Portugal
El arte de la cetrería se concibe como el conjunto de prácticas entorno a la crianza, domesticación y entrenamiento de aves de presa, compartido por un gran número de comunidades de diferentes continentes, lo que hace que este elemento sea la manifestación con más número de países adheridos de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de UNESCO. Esta práctica se remonta a unos cuatro mil años atrás, extendida a diversas partes del mundo durante la Antigüedad y ampliamente documentada durante la Edad Media. En un principio, el ser humano se sirvió de este arte para procurarse alimentos, pero su evolución posterior hizo que luego adquiriese otros valores y se integrase en las comunidades que lo practican como una actividad social y recreativa, vinculada a la conservación de la naturaleza. De este modo, los cetreros doman, alimentan y adiestran para el vuelo a diferentes especies de halcónidos, águilas o acipítridos, creando un vínculo con ellas y convirtiéndose en sus principales protectores. Además, al ser una manifestación cultural tan extendida, destaca que, a pesar de los diversos orígenes geográficos de los cetreros, en todo el mundo se comparten los mismos valores, usos y costumbres de respeto a los animales y a la naturaleza de conformidad con sus tradiciones y principios éticos, con algunas variantes como los equipamientos utilizados. Las prácticas y conocimientos relacionados con este arte se han transmitido a lo largo de las generaciones, en el seno de la familia o a través de educación formal, con la existencia incluso de un examen a nivel nacional para ser cetrero en algunos países.