El Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura constituye, junto con la participación de España en la Exposición Internacional de París de 1937 a través del Pabellón de la República, uno de los eventos culturales y propagandísticos más significativos y de mayor calado de los llevados a cabo por el régimen republicano durante la Guerra Civil.
La organización del congreso recayó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas para Defensa de la Cultura, si bien contó con la colaboración del Ministerio de Instrucción Pública.
Tras la celebración en París en junio de 1935, del Primer Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura, se creó la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en sustitución de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios, creada en 1933.
En España, la Alianza de Intelectuales Antifascistas en Defensa de la Cultura se organizó a finales de julio de 1936, como sección española de la asociación internacional, con el objetivo de unir a los intelectuales españoles en defensa del Frente Popular y en contra de las fuerzas fascistas que se habían sublevado contra el régimen republicano.
En el manifiesto, que se hacía público ese mismo mes de julio y que constituye su documento fundacional, se anunciaba de forma clara la intención de los intelectuales de luchar contra el fascismo, especialmente en España, y para ello se unían escritores, artistas, investigadores, científicos, entre otros.
Formaron parte de esta asociación intelectuales de la talla de Rafael Alberti, Miguel Hernández, José Bergamín (quien asumió la presidencia en agosto de 1936), Luis Cernuda, Ramón J. Sender, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Max Aub o Luis Buñuel entre otros.
La organización del congreso en España sería aprobada por la reunión en Londres, en junio de 1936, del Secretariado General de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, a instancias de José Bergamín y Ricardo Baeza. La ofensiva sobre Madrid a finales de 1936 motivaría que la inauguración del mismo fuese en Valencia en julio de 1937, si bien tendría como sedes, además de Valencia, Madrid y Barcelona, para clausurarse en París.
Los temas de fondo a debatir en el congreso serían: la actividad de la asociación, el papel del escritor en la sociedad, la dignidad del pensamiento, el individuo, humanismo, nación y cultura, los problemas de la cultura española, la herencia cultural, la creación literaria, el refuerzo de los lazos culturales y la ayuda a los escritores españoles republicanos.
Más allá del programa fijado en un principio, casi todas las intervenciones harían alusión a la lucha que el pueblo español estaba llevando a cabo contra el fascismo, lucha a la que se sumaban todos los congresistas, y en muchos casos no solo con la pluma, sino también con las armas, como era el caso de aquellos intelectuales que se encontraban en las filas del ejército republicano como miembros de las Brigadas Internacionales.
El número de participantes en el congreso fue de unos 110 procedentes de 28 países, a los que se sumaron 40 participantes más de las delegaciones nacionales.
Las fuentes documentales sobre este tema, pese a no ser numerosas, permiten acercarnos a la actividad desarrollada por la Alianza de Intelectuales, y más específicamente a la organización y desarrollo del Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Se detallan a continuación algunos ejemplos.
Entre los documentos textuales conservados en el CDMH que pueden resultar de interés para el estudio del congreso y la actividad de la Alianza se encuentra el fichero de fotógrafos autorizados para desarrollar su actividad en la ciudad de Madrid y frentes bélicos próximos por la Delegación de Madrid de la Subsecretaría de Propaganda del Ministerio de Estado, fichero que se encuentra entre los fondos custodiados en la agrupación documental PS-Madrid.
Se conservan 502 fichas, ordenadas alfabéticamente por apellidos del fotógrafo, que informan sobre sus datos personales, si estaba vinculado a algún partido político, empresa o sindicato. En el reverso de las fichas consta, en algunos casos, la fotografía del reportero. Entre estas fichas se encuentran algunas de los fotógrafos que nos han dejado testimonios imborrables de la guerra y también del congreso, como la de Alfonso Sánchez Portela, Francisco Segovia, Félix Albero, Martín Santos Yubero, Gerda Taro o Robert Capa, pero también escritores como Rafael Alberti, etc.
De la mayoría de los escritores asistentes al congreso se elaboró en su día una o varias fichas que constan el Fichero General, si bien casi todas remiten a artículos de publicaciones periódicas o a la firma de algún manifiesto. No obstante, otro gran número de fichas remiten al documento que hemos comentado anteriormente y que se encuentra en PS-Alicante, en el que como se puede observar aparecen subrayados en color los nombres de los congresistas
La forógrafa Gerda Taro nos ha dejado algunas imágenes que constituyen un testimonio inigualable de la sesión de inauguración, que se llevó a cabo el día 4 de julio de 1937 en el Ayuntamiento de Valencia. Entre los asistentes estaban el presidente del Consejo de Ministros, Juan Negrín López, el ministro de Instrucción Pública, Jesús Hernández, el ministro de Estado, José Giral Pereyra, el ministro de Gobernación, Julián Zugazagoitia, y el ministro de Obras Públicas, Francisco Giner de los Ríos.
De esta colección conviene destacar la fotografía del general Miaja, quien había asumido la Jefatura de la Junta de Defensa de Madrid y más tarde dirigiría el Ejército del Centro, con Rafael Alberti y María Teresa León, que por entonces era la secretaria de la Alianza de Intelectuales, también tomada por Gerda Taro en 1937.
Por su parte, el fotógrafo Agustí Centelles fotografió la llegada el día 11 al hotel Ritz/Majestic de Barcelona y la estancia de los congresistas.
Por último, de la colección de fotografías que forman parte de la Causa General, . Especialmente interesante, para el caso que nos ocupa, es la documentación del Ramo Documental Fotográfico de la pieza sexta de «prensa roja» en Madrid, que se formó mediante la integración de fotografías procedentes de archivos fotográficos de la prensa del período republicano — como eran Mundo Gráfico, Estampa, Ahora, Crónica y ABC—, seleccionadas y ordenadas por un criterio temático. Entre estas fotografías, que fueron clasificadas en diecisiete secciones, las relacionadas con el congreso se encuentran en su mayoría en la referida a Visitantes y comisiones extranjeras,
El Mono Azul, cuyo coordinador era Rafael Alberti y que contó con la participación de prácticamente todos los intelectuales de la causa republicana, dedicó varios artículos al congreso.
A su vez, Nueva Cultura, revista cultural fundada por Renau, se ocuparía de del congreso incorporando algunas fotografías del evento y de los congresistas.
Por último, en el número VIII de Hora de España, publicación literaria y artística, se recogieron los discursos de Machado, M.A. Nexo, Julien Benda, Fernando de los Ríos, Anna Seghers, José Bergamín, Ilya Ehrenburg, Corpus Barga, M. Cowley, Claude Avelin, Juan Marinello, etcétera. Las viñetas las realizó Ramón Gaya y fue editado en agosto de 1937.
Texto: Manuel Melgar Camarzana
Edición y maquetación: Marta Marcos Orejudo