#DIM2025. Una republicana en las universidades americanas. Concha Zardoya

Este año, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer (#DIM2025), en el Archivo Histórico Nacional hemos preparado el destacado: “Una republicana en las universidades americanas. Concha Zardoya”.

Se trata de un especial dedicado al ingreso, en diciembre de 2023, del fondo personal de Concha Zardoya González (Valparaíso (Chile), 14 de noviembre de 1914 – Madrid, 21 de abril de 2004.

Poeta, traductora y profesora de Literatura española en varias universidades norteamericanas (Illinois, Tulane, California, Yale, Indiana, Columbia y Massachussets).

BIOGRAFÍA

Nacida en Valparaíso (Chile), en 1914, la vida de Concha Zardoya fue un continuo periplo. Ella misma decía "Es mi única patria la palabra", y la usó con profusión como docente, en su poesía, en sus ensayos y en las innumerables cartas que intercambió con tantos amigos, escritores, compañeros y alumnos a lo largo de su vida.

Procedía de una familia de españoles exiliados en Chile que regresó a España con la proclamación de la II República. Tras intentar instalarse en Zaragoza y Barcelona, la familia llegó a Madrid. Su padre era representante de comercio y su madre ayudaba a la economía familiar trabajando como costurera. Concha consiguió trabajo en el consulado de Chile en Madrid.

Por entonces estaba allí Gabriela Mistral, quien había sido profesora suya cuando cursaba secundaria en Santiago de Chile. Gracias a la ayuda prestada por Gabriela Mistral, Concha pudo iniciar los estudios de Filosofía y Letras. Sin embargo, su carrera se vio truncada por el estallido de la Guerra Civil.Tras el duro golpe del fusilamiento de su hermano el 21 de julio de 1936, la familia se trasladó a Valencia.

Concha pasó los años de la guerra trabajando para Cultura Popular como encargada de las emisiones radiofónicas. Desde esta radio Concha pudo reivindicar la figura de Miguel de Unamuno y compartir con Miguel Hernández la lectura de sus últimos poemas Viento del pueblo. Allí coincidió con otras amantes de los libros y de la poesía como Carmen Conde, Josefina Escolano, Amanda Junquera y Carmen Iglesias. Con ellas formó el grupo de las cinco.

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Por aquel entonces, comenzó a escribir poemas que publicó en la revista Hora de España.

De vuelta a Madrid en mayo de 1939 y tras realizar varios infructuosos intentos de conseguir el asilo político en Chile, consiguió terminar sus estudios de Filosofía y Letras a la vez que se ganaba la vida dando clases, realizando traducciones o escribiendo sus primeros cuentos. A partir de ese momento orientó sus pasos hacia la investigación literaria y la docencia compaginándolo con su pasión por la creación poética.

En la década de los cuarenta realizó la primera traducción en España de la poesía de Walt Whitman y en 1946 publicó su libro de poemas Pájaros del Nuevo Mundo , dedicado a su maestra, Gabriela Mistral. Con esta obra obtuvo el reconocimiento y admiración de figuras como Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre.

En 1948 comenzó su andadura por Estados Unidos como profesora de literatura en la Universidad de Illinois. Allí se doctoró con la tesis España en la poesía americana en el año 1952. Posteriormente recorrió las de Tulane, California, Yale, Indiana, Columbia y Massachussets.

En 1955 publicó la obra dedicada a la figura del poeta de Orihuela: Miguel Hernández. Vida y obra. Bibliografía. Antología, publicada por el Hispanic Institute, de la Columbia University de Nueva York. Mas tarde dedicaría su estudio a figuras como Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Jorge Guillén o Rafael Alberti.

También estos años son los más fructíferos de Concha como poeta y escribió sus obras más notables, tales como, El desterrado ensueño (1955) y La casa deshabitada (1959).

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En los años 60 continuó desplegando una intensa actividad creativa que arrojó otros frutos tan granados como Corral de vivos y muertos (1965) y Hondo sur (1968), sin dejar por ello de atender a ese quehacer ensayístico que, a mediados de la década siguiente, ofreció otro de sus textos canónicos, Poesía española del siglo XX (1974).

También colaboró en revistas culturales como Ínsula y La isla de los ratones y realizó incursiones en el complejo género de la literatura infantil y juvenil. Algunas como, Cuentos del antiguo Nilo, Historias y leyendas españolas e Historias y leyendas de Ultramar, fueron publicadas bajo el seudónimo de “Concha de Salamanca”, en memoria de D. Miguel de Unamuno por quien sentía inmensa admiración.

De regreso a Madrid, en 1977 se dedicó a escribir poesía enarbolando su lema estoicismo creación y solidaridad humana. Al final de su vida escribió la trilogía Senecta, Última Thule y Final germinación.

A través de sus escritos y su activismo, luchó por una mayor visibilidad y representación de las autoras, al mismo tiempo que cuestionaba las normas literarias que las relegaban.

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“NO LLEGA A SER CENIZA LO QUE ARDE”

Concha Zardoya

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