La festividad de la Epifanía del Señor (Evangelio de San Mateo, 2, 1-12), en la que se manifestaba al mundo como Rey de Reyes, encontró pronto en la piedad popular un medio por el que enaltecer la grandeza de un Dios que, desde su humilde cuna, recibía la adoración de los sabios y poderosos del Mundo. El imaginario cristiano fue dando forma a esta escena, en la que varios magos o sacerdotes, luego tres reyes y llegados de lejanos países, recibían el mensaje Divino y acudían a adorar al Niño Dios sorteando las dificultades.
Más que los tres Reyes Magos llegaron el culto y la devoción a esta festividad y a todo lo que la rodeaba. Los españoles que arribaron a las costas americanas y poblaron sus ciudades y villas; los nativos que sobrevivieron al choque violento y encontraron en la fe cristiana un nuevo ideario; en suma, la nueva sociedad que nacía en el siglo XVI, mantuvo la devoción a los Tres Reyes Magos, que acabaron portando presentes para todos los niños del Mundo.
En este contexto se inscribe la historia del navío Los Tres Reyes Magos, advocación a la que se le encomendó y que servía para identificarlo. En 1557 partió de Sevilla con destino a la localidad costera de Puerto Caballos, hoy Puerto Cortés, en Honduras, cargado de múltiples presentes.
Los oficiales de la Casa de la Contratación, organismo fundado para supervisar el tráfico de personas y bienes entre España y sus posesiones americanas, vigilaban con celo los productos que se embarcaban en los navíos y aquél no fue una excepción. Fruto de su labor era la formación de expedientes o registros de navíos, conservados en el Archivo General de Indias.
Por esta documentación conocemos los datos del navío, los productos declarados por distintos mercaderes, sus destinatarios, la tripulación que llevaba y el pasaje que embarcó con destino al Nuevo Mundo.
Un grupo importante de productos eran las manufacturas textiles, demandadas por una pujante sociedad colonial, de los cuales se han seleccionado algunos:
Si el vestir era importante, el comer no lo era menos. Los colonos necesitaban importar de la metrópoli todo aquello que no se podía cultivar o criar en América.
El culto divino y todo lo demandado por el clero también tuvo cabida en las bodegas del barco, sobre todo si tenemos en cuenta que entre el pasaje iba personal del obispo de Honduras o Comayagua.
La labor misional del clero se acompañaba de una actividad intelectual y a tal fin se enviaron una Glosa Ordinaria en seis cuerpos, encuadernados con tablas de becerros; una Biblia grande de Grisio en dos cuerpos encuadernados; unas Concordancias de la Biblia de Grisio, encuadernadas en un volumen; un libro de derecho canónico; una Opera Gregorio, que va en dos cuerpos; una Opera Bernardo de Proverbio, unas parte de Santo Tomás de León y una Summa Selnestina.
Desgraciadamente también se enviaban esclavos, aunque los que se registraban y enviaban en estos navíos solían ser de servicio doméstico, como “la esclava negra con una crianza a los pechos”, registrada por Francisco Alemán y consignada en Honduras a Alonso de Ávila o, en su ausencia, a Alonso Núñez de Ortega.
Las manufacturas de hierro eran otra carga habitual, desde herraduras para caballos o burros hasta machetes, hachas y azadas, espuelas, agujas capoteras o de coser y bordar, dagas, cuchillos de Vergara o del tipo belduque, para el combate.
Finalmente citar algunos objetos diversos: un espejo de cristal y fruteros diversos, una caja de barbero, una escribanía de asiento, tijeras de trasquilar ovejas, jabón para lavar y papel o libros en blanco para escribir.
Los Tres Reyes Magos llegaron a Honduras desde Oriente, sí, con incienso, mirra y muchos otros bienes.
A un niño llorando al yelo
van tres Reyes a adorar,
porque el niño puede dar
reynos, vida, gloria y çielo.
Nasçe con tanta bajeza,
aunque es poderoso Rey,
porque nos da ya por ley
abatimento y pobreza.
Por eso llorando al yelo
van tres Reyes a adorar,
porque el niño puede dar
reynos, vida, gloria y çielo.
Alma; venid también vos
a adorar tan alto nombre,
veréis que este niño es hombre
y mayorazgo de Dios.
Y aunque pobre y pequeñuelo
le van Reyes a adorar,
porque el niño puede dar
reynos, vida, gloria y çielo.
Juicios sobre una EstrellaSalto de línea echan hoy los sabios tresSalto de línea y hallan que una doncellaSalto de línea parió un niño que Dios es.Salto de línea Con divina astrologíaSalto de línea procuran hoy de saberSalto de línea por qué ley hace Dios verSalto de línea estrellas a medio día.
Los Reyes siguen la Estrella,Salto de línea la Estrella sigue al SeñorSalto de línea y el Señor de ellos y de ella,Salto de línea sigue y busca al pecador.