Hace 50 años se produjo un cambio social que minó las bases sociales tradicionales en las que se apoyaba la dictadura franquista. Los españoles y las españolas, sobre todo ellas, fisuraron esas estructuras de manera lenta. Las mujeres fueron protagonistas cruciales de ese cambio desde su inexorable incorporación al mundo laboral y los estudios superiores, que cuestionaron su papel social como esposas y madres que la dictadura les reservó tas la Guerra Civil. Desde los talleres de confección, las casas en que servían o las propias familias, donde adquirieron mayor autonomía y capacidad de decisión económica, las mujeres se convirtieron en uno de los catalizadores del cambio social en los últimos años de la dictadura. Se replantearon las relaciones de género y, por extensión, su papel en la esfera pública, pese a que hubiese una institución específica estatal para encauzar esos cambios: la Sección Femenina. Los cimientos sociales tradicionales se resquebrajaron y las mujeres comenzaron a tener su propia agenda, a ser agencia.