Ante el peligro de propagación de la peste que se había declarado en las comarcas de Burgos y Vitoria hacia comienzos del año 1565, la Chancillería decreta una batería de dieciocho medidas para evitar la propagación de la enfermedad hacia Valladolid y su comarca, que abarcan gran cantidad de aspectos: desde el control de los trámites judiciales y del tránsito de personas y mercancías originarias de las zonas de propagación de la enfermedad, hasta medidas de higiene pública y confinamiento de la propia ciudad de Valladolid, y la colaboración entre las autoridades y médicos de las ciudades y comarcas afectadas o que pudieran serlo.
Tales medidas se han transmitido en una consulta de la misma Chancillería, en respuesta a una cédula real fechada el 27 de junio de 1565 por la que el rey Felipe II instaba a nuestra institución a informarle de las medidas tomadas para la prevención de la enfermedad en la ciudad de Valladolid y las que se pudieran tomar en adelante. Por su parte, la Chancillería emitiría a la Corte en los días sucesivos la citada consulta con las medidas decretadas.