El artista

Alonso Berruguete es una figura considerada esencial en la historia del arte hispano. Su personalidad, forjada en Italia tempranamente, recoge la enseñanza de la Antigüedad y de los grandes maestros para plantear soluciones nuevas, con un lenguaje realmente innovador a su regreso a España en 1518.

Vinculado en principio a la casa del rey Carlos I, muy pronto se convierte en un artista independiente con su propio taller y clientela, fijando su residencia en Valladolid. La importancia de la ciudad, donde la corte residía con frecuencia, y la existencia en la misma del importante Tribunal de la Real Chancillería tuvieron mucho que ver en esa decisión, porque Berruguete conseguía ser nombrado Escribano del Crimen en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid.

Su relación con el tribunal no fue solo como escribano, también fue parte en varios litigios relacionados con su actividad artística, que aportan interesantes datos sobre su carrera.Salto de línea

En 1537, Berruguete pierde un pleito con Íñigo de Santiago, que le acusa de incumplir el contrato de aprendizaje por el que se comprometió a enseñar a su hijo Jerónimo de Santiago el oficio de pintor en un plazo de tres años, a cambio de 12 ducados de oro.

En 1524, Alonso Merino de Castro, merino mayor y regidor de Valladolid, denuncia a Alonso Berruguete por incumplir el contrato de pintar las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de San Lorenzo de Valladolid en el plazo de tres meses, por lo que se le condena a restituir el daño y a pagar las costas del juicio.

También a través de pleitos de otros artistas, se ha podido conocer la faceta de Alonso Berruguete como tasador de obra escultórica. Es el caso del litigado por su sobrino, Inocencio Berruguete, con Pedro González de León, en 1551, sobre incumplimiento del contrato por el que éste encargó la realización en alabastro de su sepultura y la de su mujer, María Coronel, en el monasterio de la Madre de Dios, en Valladolid. Alonso Berruguete estima que la escultura debería finalizarse en un mes y medio y tendría un coste de 40 ducados.