El sello bifacial tiene las dos caras de igual tamaño impresas. Cada una de ellas expresa una cualidad diferente del titular. La cara anterior se denomina anverso, lleva la representación principal y en ella se inicia la leyenda. La posterior es el reverso, lleva la representación secundaria, y continúa en ella la leyenda. Para imprimir los sellos de cera bifaciales se utilizaron matrices compuestas de dos discos de igual tamaño, con su cara interior grabada y dos o cuatro anillas u orejas laterales para su ajuste.
Gran sello de Sancho IV, rey de Castilla y de León