Entramos a las habitaciones de Cervantes por una sala que en vida del escritor tendría vistas sobre el ramal sur del río Esgueva, hoy cubierto.
Como los restantes cuartos, está solado con baldosa de barro y techado por viguería de madera vista alternando con bovedilla. Las superficies de sus paredes están encaladas, como era lo habitual en la época.
En la disposición original de la casa no habría un "recibimiento", una pieza de paso como en las casas acomodadas; sin duda esta habitación de entrada, la más luminosa de la casa, se usaría para recibir las visitas y trabajar.
Sin embargo, en esta estancia se ha querido conservar el recuerdo del primer montaje de la Casa de Cervantes en 1875, cuando don Mariano Pérez Mínguez la decoró como homenaje al escritor, exponiendo, entre otras cosas, algún autógrafo de Cervantes y ediciones del Quijote.
Con esa intención se ha colocado aquí el retrato de Felipe III; un san Miguel que evoca el nombre del escritor; la genealogía del apellido Cervantes; la «Topographia e Historia General de Argel»; y una carta facsímil, en la que Cervantes da cuenta de su trabajo como recaudador de impuestos.Salto de línea