Miguel de Cervantes Saavedra nace en Alcalá de Henares en 1547. En 1551 se traslada con su familia a Valladolid, aunque deben volver a Alcalá en 1553, frustradas las esperanzas puestas en esta ciudad. Poco después se marchan a Córdoba, donde Miguel iniciaría sus estudios escolares.
La familia se asienta en Sevilla entre 1564 y 1566. Miguel continúa allí sus estudios de gramática hasta un nuevo traslado a Madrid. Miguel asiste entonces al Estudio de Gramática del clérigo humanista Juan López de Hoyos y se inicia en la literatura con los poemas dedicados a la reina Isabel de Valois con ocasión de su muerte.
En Roma, entra al servicio del cardenal Acquaviva, y después participó en la batalla de Lepanto. Cuando se disponía a regresar a España en 1575, fue apresado por los corsarios. Tras varios años de cautiverio en Argel, fue redimido en 1580 por el trinitario fray Juan Gil.
Siguiendo los pasos de la Corte, fue a Portugal y allí recibió misión real de Felipe II para marchar a Orán. En 1582, ya en Madrid comienza una intensa actividad literaria. De su relación con Ana de Villafranca de Rojas nació en 1584 su hija Isabel. Aquel mismo año, Miguel se casó en Esquivias con Catalina de Salazar.
Poco después de su matrimonio, en 1587 marcha solo a Sevilla. Durante trece años tuvo cargo de comisionado, reuniendo provisiones de trigo, cebada, aceite para la flota que se pertrechaba contra Inglaterra. Dedicaba los espacios de tiempo entre trabajo y trabajo para escribir.
Dedicaba los espacios de tiempo entre trabajo y trabajo para escribir. Se dedicó a la recaudación de tercias y alcabalas en el reino de Granada. En varias ocasiones estuvo en la cárcel por acusaciones relacionadas con asuntos de la hacienda real. En 1600 se traslada a Madrid, haciendo visitas a Toledo y Esquivias.
Volvió de nuevo a Valladolid en 1604, esta vez siguiendo a la Corte que había cambiado en 1601 la capital del reino. Vivía en el cuarto principal de una vivienda del Rastro nuevo de los Carneros, extramuros de la ciudad y muy próxima al cauce del río Esgueva. Aquí pretende solucionar la edición de El Quijote.
En la noche del 27 de junio de 1605, cerca de la vivienda de Cervantes, don Gaspar de Ezpeleta, caballero de la Orden de Santiago, fue gravemente herido por un desconocido embozado, muriendo dos días más tarde. Fue socorrido por los vecinos, entre ellos Cervantes.
Los diez últimos años de vida los pasaría en Madrid, culminando su producción literaria y saboreando lo poco que pudo disfrutar de sus éxitos, como la difusión del Quijote por Europa. Cierra su producción literaria con la novela bizantina Los trabajos de Persiles y Sigismunda, la cual consideraba su favorita.
Murió en 1616 en Madrid, siendo enterrado en la vecina iglesia conventual de las monjas Trinitarias de San Ildefonso. Su esposa le sobrevivió hasta el año 1626 y su hija Isabel falleció el 20 de septiembre del 1652.