Raf Simons / Sterling Ruby, 2014
En mayo de 2005, Prada anunció que Simons sucedería a Jil Sander al frente de la firma homónima, desplazando a la propia fundadora. En esta nueva etapa, realizó sus primeras colecciones de moda para mujer, fiel a los principios de la alemana, que se ajustaban a los suyos: pureza, serenidad, minimalismo. En 2012, el diseñador es elegido contra todo pronóstico para dirigir la casa Dior, sucediendo a John Galliano. Los tres años y medio de relación con la mítica casa francesa evidenciaron una vez más la capacidad de Simons, que pudo compaginar los talleres de alta costura para mujer de París con el momento álgido de su propia marca, exclusivamente destinada a hombre. Entre los gestos de su cuño personal aportados a Dior, el belga recurrió a estampados tomados de obras plásticas de Sterling Ruby, con el que venía colaborando desde años atrás. En 2008 le había encargado el diseño de su tienda en Tokio, con una decoración caracterizada por la técnica de blanqueado por salpicadura que luego llevarían a la pasarela. La comunión entre el lenguaje de ambos creadores, que comparten unas referencias comunes y apuntan a los mismos temas –las culturas urbanas, las artesanías, las masculinidades, el arte público, la globalización y el consumo… -, fructificó en la colección de otoño de 2014, con la que la moda y las artes plásticas representaron su definitivo hermanamiento. Aunque existen un sinfín de antecedentes de colaboraciones entre artistas y diseñadores, en este pase la crítica internacional reconoció lo que el propio Simons subrayaba en su presentación: que la colaboración tenía el grado de coautoría y que ambos habían trabajado durante años sobre las posibilidades que ofrecía la intersección de sus lenguajes. Posiblemente la salida más celebrada de la histórica colección la constituyó una serie de abrigos de lana de camello con el característico trabajo de patchwork de Ruby, realizado de manera individualizada sobre cada prenda. La expuesta en el Museo muestra la etiqueta roja reservada para las piezas únicas, lo que ha convertido a los escasos ejemplos de este trabajo en un codiciado objeto de deseo para coleccionistas de todo el mundo, prácticamente imposible de encontrar en el mercado.
Inventario: MT117400