F. Romero, Madrid, 1900-1919
El Corazón de Jesús, representado como un corazón rodeado de la corona de espinas y coronado por llamas sobre las que despunta una cruz -bien personificado en Jesús sobre cuyo pecho se destaca o solo- ha inspirado una devoción de gran raigambre en el orbe católico y especialmente en España. Hunde sus raíces en la Edad Media pero se configuró sobre todo a partir de las visiones de la santa católica francesa Margarita María de Alacoque en el último cuarto del siglo XVII, y se afianzó en el siglo XIX gracias al apoyo monárquico y papal. En España se consagró el país a su protección en 1919, en una ceremonia residida por el rey Alfonso XIII en el Cerro de los Ángeles en Getafe, Madrid.
El Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia del amor y de la misericordia divina.
Desde finales del XIX se ponía en la puerta de muchos hogares españoles una placa con su imagen acompañada a veces de una leyenda alusiva a la bendición de la casa. Esta práctica piadosa también se podía expresar a nivel doméstico con la colocación de una escultura del Sagrado Corazón de Jesús en actitud de bendecir en un lugar visible de la casa.
Otra manifestación de esta devoción, también presente en la colección del Museo, es el llamado "detente". Se trata de un pequeño trozo de lana o papel para uso personal con la representación del corazón y la leyenda "¡Detente!, el Corazón de Jesús está conmigo" que fue muy utilizado por los creyentes durante las guerras o periodos de epidemias y cuyo uso ha resurgido últimamente entre algunos creyentes con motivo de la pandemia del coronavirus en 2020. Aunque con una connotación cristiana, la intención con la que se usaba se puede equiparar a la que subyace bajo el empleo de los amuletos protectores.
Inventario: MT096903