Santiago de Compostela, Coruña, 1954
La visita a los lugares consagrados a la presencia divina es una práctica habitual en distintas religiones. En la cristiana, muchos de estos sitios, como ermitas o santuarios, eran ya objeto de veneración con anterioridad a su consagración al culto oficial.
La peregrinación o viaje –ya que implican un recorrido de varios días- a los lugares santos, simboliza el recorrido espiritual del creyente hacia el encuentro con el Creador.
La peregrinación a Santiago de Compostela es la ruta devocional más importante de la Europa cristiana desde la Edad Media. Se origina a raíz del descubrimiento en el siglo IX de la tumba del apóstol de Jesús, Santiago el Mayor, según cuenta la tradición. A este santo se atribuye la evangelización de España, relacionada también con la Virgen del Pilar. El camino hacia la tumba del apóstol desde diversos lugares de Europa vertebró una unidad cultural de gran riqueza en todos los territorios por los que transcurría, lo que le ha hecho merecedor de la categoría de “Patrimonio de la Humanidad” concedida por la UNESCO en 1993. La práctica de esta tradición sigue gozando hoy de gran popularidad, aunque sus motivaciones han superado el ámbito religioso.
La concha de vieira, molusco bivalvo muy abundante en las costas gallegas, se ha convertido en el emblema del peregrino que ha finalizado su viaje. Y para atestiguar esta finalización la iglesia le entrega una acreditación: la "Compostela".
Inventario: MT041393