El juguete se define como la manifestación material del juego. El juego adopta la forma de actividad socializadora y recreativa sujeta a reglas, fundamentada a veces en la competición entre los participantes; y el juguete es su manifestación material. Frente al juguete, más asociado al mundo infantil, el juego se desarrolla a lo largo de todo el ciclo vital. El juguete se asocia con procesos de socialización. Los niños adquieren a través del juguete las habilidades que le permiten adecuarse a lo que se espera de ellos y ellas en la sociedad en la que viven y les facilita la interiorización de los valores esenciales de su cultura. Pero, además, el juguete es reflejo de la sociedad que lo crea y de su momento histórico, a la vez que reúne valores estéticos.