Durante el siglo XX, España vive una profunda de transformación de sus estructuras económicas, pasando de un modelo preindustrial a uno industrial. El Museo del Pueblo Español documentó este proceso mediante la creación de esta colección, que se ha incrementado a lo largo de los años. Estos fondos ilustran las formas tradicionales de agricultura, ganadería y pesca y su progresiva mecanización. También están presentes las actividades artesanales, basadas en el taller familiar, y su paso a la producción de las grandes fábricas e industrias. Por último, un destacado conjunto ilustra la creciente importancia del sector terciario en el panorama económico, con sectores tan dinámicos y hoy fundamentales como el comercio o el turismo.