El Museo Sorolla se encuentra en la casa que el propio pintor Joaquín Sorolla construyó en 1911 como un lugar, en el que poder aunar su trabajo en el taller y la vida en familia. Cuando el pintor y su arquitecto Enrique María de Repullés diseñaron el edificio, buscaron ante todo crear una casa elegante con sus jardines.
En esa época, a principios del s XX, no estaban asentados los actuales criterios relacionados con la accesibilidad física (de los que él mismo podría haberse beneficiado en los últimos años de su vida) y la casa, ahora museo, no cuenta con ascensores o rampas para salvar los diferentes tramos de escaleras que pueden encontrarse para acceder a los diferentes espacios del museo.
El Museo Sorolla es un Bien de Interés Cultural y está exento de cumplir las normativas generales sobre accesibilidad en edificios públicos. Sin embargo, actualmente está inmerso en un plan de ampliación que mejorará la accesibilidad integral al edificio.
Más información sobre la ampliación
Accesibilidad física
Accesibilidad sensorial
El Museo cuenta con recursos tecnológicos para personas hipoacústicas: