El nuevo Museo Sorolla, con una superficie de cerca de 5.500 metros cuadrados (más del doble de la actual), abrirá sus puertas al público a inicios de 2026.
Como decíamos, el Museo se encuentra inmerso en un movimiento estratégico de clave. Un movimiento que trasciende lo meramente arquitectónico, pues el alcance de esta actuación lo transformará de manera definitiva como museo.
Cuando se terminen las obras el Museo Sorolla ya no será el mismo. Manteniendo su esencia original -el alma, la casa Sorolla-, al mismo tiempo, su personalidad se habrá enriquecido. Los nuevos espacios le posibilitarán a ofrecer nuevos servicios y con ello una programación expositiva y cultural más extensa a un público más amplio y diverso, de acuerdo a las demandas de la sociedad contemporánea.
Nuevas miradas, nuevos diálogos, nuevas aproximaciones, nuevas lecturas en torno a Sorolla, su obra, su vida y su contexto.
Es por ello que decimos que la ampliación no solo es arquitectónica, empieza en su arquitectura, pero no acaba ahí. Más que una actuación arquitectónica hay que considerar que es una actuación integral que comporta una repercusión global sobre la institución en su conjunto, sobre todas las áreas funcionales del museo, sobre su modelo de organización, sobre sus recursos y su plantilla.
Todo ello obliga necesariamente a un replanteamiento y actualización general del Museo Sorolla con vistas a su nueva realidad. El nuevo museo Sorolla, manteniendo su misión, ampliará su visión y ambición.
Es por ello que, al mismo tiempo que se están desarrollando las obras de ampliación-rehabilitación, el Museo está trabajando internamente e intensamente, en colaboración con otros órganos del Ministerio de Cultura, en la planificación del nuevo Museo Sorolla.