Tallado
20,6 x 13,3 x 7 cm
Nº Inv. 90107
Fiel reflejo del afán coleccionista de Joaquín Sorolla tenemos esta máscara procedente de Japón, que si bien no sabemos cómo la consiguió, si conocemos que es una pieza encaminada a su venta, pues se ha eliminado la policromía negra que adornaba los dientes, adaptándola así al gusto europeo. De hecho, el pintor adquirió dos piezas de este tipo: una máscara de mujer, que es la que se ve en imagen, y otra de hombre. Ambas se pueden ver en una fotografía de 1898 (Inv. 80236), conservándose en el museo sólo la máscara femenina.
Ambas se usaban en las representaciones de teatro Noo (que significa "destreza", "habilidad" o "pose"), que surge en Kyoto en el siglo XIV y fue la primera gran forma dramática del país nipón. Es en esencia un drama recitativo, con elementos de canto y danza, cargado de simbolismo, donde todos los elementos que lo conforman aspiran a la perfección y refinamiento.
En el teatro Noo las máscaras juegan un papel clave, existiendo cuatro categorías: ancianos, mujeres, guerreros y demonios. La del museo es una de la segunda categoría, representaciones de jóvenes cortesanas, reflejo de sus cánones de belleza. Estas máscaras las portarán en todo caso hombres, pues ninguna mujer actúa en el teatro Noo.