Primera mitad del siglo XX
Ensamblaje de caja y espiga e incrustación
85 x 71,50 x 49 cm
Nº Inv. 30014
Esta silla de caderas es una de las piezas que mejor define el gusto historicista que arranca en el siglo XIX, recuperando tipologías de objetos de épocas previas, del medievo al Barroco. Así, este tipo de silla reproduce el modelo típico del siglo XV que, procedente de Italia, estuvo presente en los espacios de las clases sociales altas del occidente europeo hasta bien entrado el siglo XVII, cuando son sustituidas definitivamente por las sillas de brazos.
Está fabricada en madera de nogal, con patas en forma de S que se cruzan en el centro, habiéndose usado cuero para asiento y respaldo. La decoración de la pieza es ejemplo de la consideración desde el siglo XIX de esta silla como una de las tipologías “típicas españolas”. Está realizada mediante la técnica de la taracea en bloque o granadina, esto es, incrustando pequeñas piezas de hueso formando motivos geométricos que recuerdan al arte mudéjar.
El Museo Sorolla alberga seis sillas “jamuga”, que se pueden observar en varios retratos realizados por Joaquín Sorolla, como el de María Lorente de Rodríguez (1905). Cuatro de las sillas comparten decoración entre ellas (inv. 30012, 30013, 30014, 30139), y las dos restantes son iguales entre sí (inv. 30015 y 30016). Las cuatro primeras conocemos por la correspondencia que mantuvieron el pintor y su constructor de muebles, Félix Navas, que fueron encargadas y enviadas a Sorolla en 1911; mientras que las dos restantes las debía haber adquirido el pintor en alguna fecha anterior.