1907Salto de línea Carboncillo y clarión sobre papel continuoSalto de línea 202,1 x 125,2 cmSalto de línea Nº inv. 15018
Salto de línea Al convertirse en un pintor de fama internacional y especialmente gracias a su labor de retratista, Sorolla accede a los círculos más selectos de la sociedad, llegando incluso a convertirse en pintor del rey. Esto sucederá a partir de 1907, cuando la casa real le encargue, entre otros, los retratos del monarca Alfonso XIII y el retrato de su esposa, la reina Victoria Eugenia.
Este dibujo de la reina, uno de los muchos estudios preparatorios que realizó hasta llegar al lienzo final, muestra la voluntad de presentar un retrato “a la española” de la reina de origen inglés. Con un trazo rápido esboza la falda, centrando su atención en la mantilla, que cubre la cabeza y cae sobre los hombros, resaltando los matices del propio tejido. Con este elemento asociado a la indumentaria tradicional española, el abanico en la mano derecha y la pose gallarda, Sorolla recoge el legado de muchos de los retratos femeninos de Goya.
Para los estudios preparatorios como para los lienzos finales los monarcas posaron en el exterior en La Granja de San Ildefonso, ofreciendo así una imagen moderna, alejada del fasto y la pompa que caracteriza tradicionalmente las representaciones de la realeza. Sin embargo, los cuadros definitivos, realizados para ser presentados ante la familia Real Británica, no tuvieron la acogida esperada en ese país.
A partir de ese fracaso, se limitará la libertad de Sorolla a la hora de retratar a la familia real, ateniéndose a los convencionalismos del género.