El Museo Romántico fue creado por Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán (1858-1942), por donación al Estado en 1921, después de haber presentado un conjunto importante de cuadros, muebles y objetos de su propiedad, en una exposición organizada por la Sociedad de Amigos del Arte, como anticipo de lo que sería el futuro museo.
Estos fondos se instalaron, desde el principio, en su actual sede, en el número 13 de la calle San Mateo de Madrid, en un edificio construido entre 1776 y 1779 bajo la dirección del arquitecto Manuel Rodríguez. A finales del siglo XVIII el inmueble pasó a estar habitado por los Condes de la Puebla del Maestre y después, desde junio de 1921, fue sede de la Comisaría Regia de Turismo, organismo creado por Vega-Inclán.
La inauguración del Museo tuvo lugar en el año 1924, con obras pertenecientes a su fundador, a las que se añadieron donaciones y depósitos de personalidades del momento, como los dos cuadros de Alenza donados por el Marqués de Cerralbo u objetos pertenecientes a grandes literatos como Mariano José de Larra, José de Zorrilla, o Juan Ramón Jiménez.
Inmediatamente, el Museo fue objeto de un vivo interés por parte de los más grandes intelectuales del momento, como José Ortega y Gasset, Francisco Sánchez Cantón o el Marqués de Lozoya. Con posterioridad, durante la Guerra Civil, la importancia de la institución quedó subrayada por el hecho de nombrar como director del Museo Romántico a una personalidad tan emblemática como la de Rafael Alberti, con lo que quedaba garantizada la protección del rico patrimonio custodiado en él.
Con el transcurso de los años, la colección del Museo ha ido enriqueciéndose con todo tipo de adquisiciones, donaciones y depósitos, que logran completar la visión global que la institución quiere ofrecer a sus visitantes sobre el Romanticismo en España, enfatizándose así su condición de Casa-Museo.
El Museo Romántico cerró sus puertas en 2001 para acometer una reforma integral del edificio, que también incluye una reordenación de sus salas y del discurso expositivo. En 2009 se produce su reapertura, bajo la nueva denominación de Museo de Romanticismo, más acorde con sus contenidos.
Para saber más:
En 2024, con motivo del centenario de la institución, el Museo crea el proyecto colaborativo Tus vivencias, nuestra historia. Pinchando en la siguiente imagen puedes encontrar más información sobre sus objetivos y cómo participar.
Asimismo, desde junio de 2024 publica la serie de vídeos titulada #EpisodiosRománticos, que plantea un recorrido por el siglo XIX a través de piezas tanto del Museo del Romanticismo como de otras instituciones.
Benigno de Ia Vega-Inclán fue uno de los protagonistas de la vida cultural española. A lo largo de sus 84 años de vida llevó a cabo infinidad de proyectos de la más variada índole, desde arquitecto y restaurador, hasta creador de instituciones culturales y museos.
También se dedicó a la política y a diversas actividades relacionadas con la gestión y la cultura. Su estrecha amistad, no sólo con el Rey Alfonso XIII, sino con miembros destacados de la Casa Real y de la nobleza, se refleja en la abundante correspondencia conservada en el Museo.
Creador del turismo "cultural"
Sus inquietudes, centradas en la revalorización, conocimiento y difusión del Patrimonio Cultural Español, quedaron materializadas el año 1911 cuando, Alfonso XIII creó la Comisaría Regia de Turismo. Al frente de la misma se dedicó al estudio y promoción de los medios para el fomento del Turismo, que entendió, de forma precursora, como "turismo cultural".Aplicó una metodología turística innovadora, creando una cadena de alojamientos de variada escala (hoteles como el Palace fueron replanteados por él) y divulgando la cultura artística y las tradiciones.
Restaurador del Patrimonio español
Benigno Vega-Inclán dedicó muchos esfuerzos a rescatar del olvido valiosos edificios y restos históricos. Innovador en cuanto a los criterios a aplicar en la restauración arquitectónica, evitó la reinvención y las reconstrucciones falsificadoras, tan características del momento, tratando exclusivamente de recuperar lo que ofrecía directamente el edificio, como en el caso de la Alhambra o el Patio de Yeso del Alcázar sevillano.
Museos e instituciones culturales
El proyecto de creación del entonces denominada Museo Romántico fue una de sus obras más deseadas y también en la que encontró mayores dificultades. Valoró en su justa medida el siglo XIX español, sobre el que recaía, en aquellos momentos, un espeso silencio y una total falta de interés. En 1924 vio la luz el Museo, que se inició con la colección personal que había reunido el Marqués a lo largo de su vida y que contenía, no sólo pintura, sino también otros objetos de mobiliario y artes decorativas. Mostró especial predilección también por la figura de El Greco dedicándole, en Toledo, un museo monográfico nutrido con muchas obras de su propiedad. Su interés por el siglo XVII le llevó a recuperar la Casa que habitó Cervantes en Valladolid, convertida en biblioteca y museo.
Para saber más
El 11 de noviembre de 1776, el arquitecto Manuel Rodríguez presentó en el Ayuntamiento de Madrid la solicitud de licencia para edificar un palacio en la calle San Mateo, en un terreno propiedad del marqués de Matallana, cuyas obras finalizaron en 1779. Diseñado en estilo neoclásico, cuenta con dos fachadas de marcada simetría y escasa decoración, limitándose ésta a las molduras de granito que rodean los vanos. La distribución interior se dispuso en torno a tres patios, permitiendo una abundante iluminación.
A finales del siglo XVIII, el palacio pasó a los condes de la Puebla del Maestre, quienes lo habitaron por varias generaciones hasta 1915. Con esta familia se introducen algunas renovaciones estéticas y se dota de una mayor ornamentación a la fachada principal, cuyo balcón central incorporó el escudo nobiliario familiar.
El 21 de junio de 1921, Vega Inclán instaló la Comisaría Regia de Turismo en el palacio. En 1927 el Estado lo adquirió, como sede definitiva del Museo Romántico, que se había inaugurado en 1924.
El Museo ha pasado por diferentes fases de rehabilitación y restauración. En 1944 se acometió una restauración que afectó a la fachada, crujía de la calle Beneficencia, escalera y decoración de las salas, así como el arreglo de los pasillos y del pequeño jardín. Desde este año, la exposición permanente no ha sufrido apenas cambios hasta la actualidad. Posteriormente, en el año 1996, se terminó otra fase de restauración, que afectó especialmente a los espacios bajo cubierta y a la planta baja.
En esta última fase de rehabilitación –bajo la dirección del arquitecto Ginés Sánchez Hevia – se ha intervenido en algunas zonas de la planta baja, como los patios y el vestíbulo, se han ganado espacios para almacenes y vestuarios y, especialmente, se ha realizado el proyecto museográfico de las salas de la exposición permanente.
Con el nuevo plan museológico se ha llevado a cabo toda una operación de remodelación de los itinerarios internos y de racionalización de los servicios, labor que ha estado siempre inspirada por miras de carácter crítico y divulgativo y por una cierta ambición cosmopolita de la que antes carecía el Museo. En su nueva calidad de Museo Nacional, queremos que sea un referente cultural de primer orden, emparejado con otras casas museo europeas de similares características.
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