Creado en 1838 como Museo Arqueológico Emeritense, el actual Museo Nacional de Arte Romano viene desarrollando un esencial papel investigador de trayectoria centenaria en la arqueología hispana, plasmado en su abundante producción bibliográfica.
Con su nueva definición administrativa en 1975 como Centro Nacional, exponente de la romanización peninsular, se puso de manifiesto su entidad, proyección y rango. Esta nueva idea se articulaba bajo el concepto de Museo y Centro de Investigación, dentro de una Red Nacional que componen otros centros como Altamira o Cartagena, y en la que se van incorporando otros ejemplos. En este sentido camina el Museo Nacional de Arte Romano, hoy por hoy ya reconocido como un auténtico Centro de Estudios Romanos.
La investigación en el Museo Nacional de Arte Romano se fundamenta en las colecciones propias del mundo romano hasta alcanzar el período visigodo, materiales y datos que sirven como vehículo de análisis del propio yacimiento de la Colonia Augusta Emerita y del territorio lusitano-romano y visigodo en el que se enmarca su identidad.
Su carácter internacional se pone de manifiesto en una amplia tarea de investigación común con instituciones científicas locales, regionales, nacionales e internacionales, en aras de crear equipos multidisciplinares para rentabilizar y enriquecer los programas científicos, ya sean propios o en colaboración.
La investigación se entiende desde el Museo Nacional de Arte Romano como actividad base de las funciones globales de un Museo, y por ello el Departamento de Investigación y el Centro de Estudios Romanos se coordinan con los departamentos de Documentación, Conservación y Difusión para volcar los resultados científicos a toda la sociedad, haciendo así de la investigación un trabajo aplicado y rentable.Salto de línea