Siglo IV d. C.
Planta Segunda, Sala 10
Nº de inventario: CE26389
En época imperial, los pavimentos de las casas más acomodadas se decoraban con mosaicos, realizados con pequeños cubos de piedra o pasta vítrea llamados tesselae. En el Museo se conservan varios ejemplares, siendo uno de los más destacados el conocido como “Mosaico de los Aurigas”, de grandes dimensiones y decorado con motivos geométricos y vegetales, además de tres escenas figurativas (emblemata).
La escena central se compone de un tondo vegetal con escenas báquicas perdidas en su mayor parte. Aún pueden apreciarse varias figuras femeninas que danzan y tocan unos crótalos, y que posiblemente representasen a las bacantes, las participantes de las fiestas bacanales. En las esquinas se disponen representaciones de los vientos.
En cada una de las escenas laterales se ha representado un auriga victorioso conduciendo una cuadriga. Ambos visten el típico corselete con bridas sujetas a la cintura y portan la palma del triunfo y la fusta en alto en señal de victoria. Las dos figuras están identificadas como Marcianus y Paulus, respectivamente, gracias a las inscripciones: MARCIANVS NICHA y PAVLVS NICA. Otros dos rótulos consignan el nombre de uno de los caballos, INLVMINATOR (“el que guía”), y también el del criador o propietario de los mismos, GETVLI. La representación de los aurigas en un mosaico de estas características nos indica la popularidad que tenían las actividades circenses en la sociedad romana.
El mosaico fue descubierto en la Calle Arzobispo Massona, en el centro de la ciudad de Mérida.