Miércoles 2 de octubre

09:15 – Recepción de asistentes y entrega de documentación

09.45 – Presentación institucional de las Jornadas

LOS MUSEOS VISTOS DESDE LAS REDES SOCIALES

10.20 – Aportando valor a tu scroll. La historia del arte no tiene caspa, solo te han contado la mitad y mal. Sara Rubayo

11.10 – Pausa café

11.45 – Desafiando y abrazando el algoritmo: cómo se ven los museos desde las redes sociales. Sonia Taravilla, El Sereno de Madrid

12.35 – Museos y RRSS: conectarse a un mundo offline. Nacho Granero, La cultura social

13.25 – Mesa redonda

14.00 – Pausa Comida

16.00 – Taller práctico: Fotografía para redes sociales. José Daniel Navarro, Correuret

18.00 – Fin del taller práctico

• Sara Rubayo. Aportando valor a tu scroll. La historia del arte no tiene caspa, solo te han contado la mitad y mal

Los museos y el arte pueden ser redescubiertos a través de las redes sociales, alejándose de estereotipos aburridos. Las plataformas digitales nos permiten contar la historia del arte de forma más cercana y atractiva, revelando aspectos que han sido malinterpretados o ignorados. ¿Cómo pueden los museos y la divulgación cultural aportar valor a tu feed y enriquecer la experiencia de las comunidades?

• Sonia Taravilla, El Sereno de Madrid. Desafiando y abrazando el algoritmo: cómo se ven los museos desde las redes sociales

Abordaremos la forma en que los museos se perciben en redes sociales y cómo se adaptan, desafían y, en ocasiones, abrazan los cambios impulsados por estas plataformas. Se explorará el uso de herramientas de comunicación digital para la difusión del conocimiento, la cultura y el patrimonio. A través de casos de éxito de museos tanto españoles como internacionales, y de un repaso a algunas de las iniciativas más recientes en España, se destacará el papel de las redes en la promoción de una participación más activa y directa de los visitantes en las instituciones museísticas.

• Nacho Granero, La Cultura Social. Museos y RRSS: conectarse a un mundo offline

Hablar de redes sociales no debería limitarse al espacio online en el que se publican contenidos y donde suceden conversaciones entre el museo y la audiencia. El museo tiene que preocuparse de que su vertiente offline, las actividades físicas que diseña para el público, tengan repercusión en las redes sociales.