La misma calle alberga la Casa del Sol, un palacio renacentista construido por Sancho Díaz de Leguizamo y que destaca a comienzos del XVII por la personalidad influyente de su nuevo propietario, el Conde de Gondomar. Embajador de Felipe III en Inglaterra, erudito y bibliófilo, fue poseedor de una de las bibliotecas más notables de la época.
La residencia integró desde el siglo XVI la iglesia de San Benito el Viejo como capilla familiar. Se sabe que la cripta fue un lugar emblemático por su decoración, encargada por Gondomar a los pintores Pedro Díez Minaya y su hijo Diego Valentín Díaz.
En el siglo XIX el conjunto abandonó su carácter de residencia privada y pasó a desempeñar otras funciones hasta que fue adquirido por el Estado en 1999 para integrarlo en el proyecto de ampliación del Museo.
Desde 2011, la antigua iglesia presenta la colección del extinguido Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, realizadas en los siglos XIX y XX por los mejores talleres de su tiempo. Su gran nave, pintada de blanco como exigían los puristas del Renacimiento italiano, evoca el aspecto de un templo clásico.
Una escenificación sobria, diáfana y moderna acoge al visitante, que encontrará copias de grandes mitos y obras maestras de la Antigüedad clásica, como el Torso de Belvedere, el Laocoonte o la máscara de Agamenón.
Periódicamente presenta exposiciones temporales de artistas modernos en diálogo con las obras clásicas.
Horario: martes a sábado: 11 a 14 h y 16.30 a 19.30 h. Domingos y festivos: 11 a 14 h
El Museo durmiente es un documental que ilustra los periplos de una colección errante durante siglos, una bella durmiente que finalmente ha encontrado en Valladolid su ubicación definitiva.
Un documental de Óscar Clemente y Alfonso Sanz
Música de César Camarero
Duración: 13 minutos