Pionero del realismo mágico, desde 1970 la obra de Luis Massoni, ajena a cualquier preocupación vanguardista, aspira a religarse a lo más genuino del arte.
Massoni, sin embargo, detesta aprovecharse del pasado, parodiándolo o fingiéndolo y busca, sencillamente, proseguir con la naturaleza imitativa del dibujo y la pintura.
Sus alusiones a grandes creadores del pasado (Van Eyck, Leonardo, Velázquez, Rembrandt, Ingres, Van Gogh, Cézanne, Picasso…) sobrevienen cuando algún aspecto de la realidad coincide con el aspecto de alguna obra admirada en un museo, provocando en Massoni la necesidad de emular la ejemplaridad de sus actitudes -nunca la peculiaridad de sus modos- con respeto, escrúpulo de honradez y sin plagios bastardos.
En relación al retrato, género mal comprendido y muy degradado, Massoni pelea por devolverle la pureza y dignidad que merece; para lo cual pinta de cara al modelo, rechaza el uso de la fotografía como sucedáneo de la realidad y reflexiona sobre los raíces de este arte inmemorial.
Massoni procura devolver al retrato la categoría de auténtica creación, rescatándolo de la mostrenca comercialidad al uso.
Mercè Ros (2016)
Del 8 de marzo al 16 de junio de 2024
Santiago Relanzón
Alfons García