Frida Johansen

Tove B. Johansen. Fotografía cedida por su hermana Frida Felicia Johansen.

Frida Felicia Johansen (Copenhague, Dinamarca, 1943)

Frida Johansen es una economista danesa que desarrolló su actividad profesional en el Banco Mundial, participando en proyectos de desarrollo de diversos tipos en África y Asia. Debido a su trabajo obtuvo la residencia en Estados Unidos, donde sigue asentada actualmente como pensionada en Mclean, Virginia. Hermana de la ceramista Tove Johansen, Frida Johansen ha sido una figura fundamental para mantener vivo el legado de la artista.

La ceramista Tove Brigitte Johansen nació en Gentofle, Dinamarca, en 1932. Sin embargo, su carrera artística se desarrolló principalmente en Argentina y en Estados Unidos, donde ganó una enorme reputación. En Dinamarca, cursó sus estudios en la escuela privada Holte Gymnasium de Copenhague y se licenció en Bellas Artes en 1949. A principios de 1950 se trasladó junto a su familia a Buenos Aires y se formó allí bajo la tutela del madrileño Fernando Arranz López, quien a su vez había trabajado en el taller de Daniel Zuloaga instalado en la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros en Segovia. Arranz se había trasladado a la capital argentina en 1927 y fue el responsable de la fundación de las primeras escuelas públicas de cerámica en el país, que estuvieron vinculadas a la Universidad. Así, la carrera de Johansen se desarrolló en la Escuela Nacional de Cerámica de Buenos Aires, fundada y dirigida por Arranz. Tras la muerte de su maestro, en 1980 se trasladó a Virginia, Estados Unidos, donde estableció un nuevo taller y comenzó a ganar reputación. Fue premiada en diversos certámenes de arte organizados por el Programa de Arte en Espacios Públicos del estado de Maryland y, gracias a su carrera artística, obtuvo la residencia permanente en Estados Unidos, donde falleció en 2009.

Las obras de Johansen se caracterizan por una refinada técnica de vidriado, dorado y esmaltado, donde se reflejan las influencias españolas y americanas. Es conocida por sus obras de gran escala, murales en edificios públicos y privados como la Central Nuclear Atucha en Buenos Aires o la Catedral de Santa Florentina en Campana[1], Buenos Aires, aunque también realizó piezas de pequeño formato como esculturas, jarrones y platos. En sus obras se aprecia una vinculación estética con la obra cerámica de diversos artistas de la vanguardia española de postguerra, como el grupo Parpalló, aunque especialmente destaca la vinculación con la renovación estética de entreguerras que le trasmitió su maestro Fernando Arranz.

El fallecimiento de la ceramista en 2009 impulsó a su hermana Frida Johansen a donar obras de su colección personal a instituciones museísticas de diversos países. La donante puso el foco en España debido a la vinculación estética de la obra de su hermana con la tradición española iniciada por Zuloaga. Por ello, ha realizado donaciones tanto en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid como en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí de Valencia. El museo custodia once piezas de Tove Johansen y dos de Fernando Arranz procedentes de la donación realizada en 2011.

Las obras de Fernando Arranz López conservadas en el museo (CE1/18109 y CE1/18115) reflejan el estilo postcubista y constructivista del artista de postguerra influido por las vanguardias. La propia Tove Johansen ya había donado una colección de obras del maestro –que incluía dibujos, grabados, fotografías y piezas cerámicas- a la Junta de Castilla y León (Museo de Segovia), donde se realizó el primera muestra dedicada al artista en 2011.

Respecto a las obras de Tove Johansen procedentes de la donación de su hermana, el Museo Nacional de Cerámica custodia obras de distintos periodos de creación de la artista. Por ejemplo, en esta muestra se exhibe un plato datado en 1947 (CE1/18116), singular ya que se trata de la única pieza que se conserva en el museo del periodo formativo de la artista en Dinamarca, antes de trasladarse con su familia a Argentina. Aludiendo a su época en Buenos Aires, una de las piezas más destacadas de la donación es una figura escultórica que representa a dos pescadoras, datada en 1955 (CE1/18112). Esta obra recibió el Premio de Honor en la exposición realizada por la Escuela Nacional de Cerámica de Buenos Aires de ese año. Por último, el museo también conserva obras de la etapa estadounidense de la ceramista. Destaca un plato (CE1/18106) de color oscuro decorado en dorado con el alzado de la fachada conocida como Puerta de Goya del Museo Nacional del Prado de Madrid, que refleja la habilidad de la artista en la decoración a base de finas líneas. La artista adapta en esta obra diseño realizado por el arquitecto Alfredo Rodríguez Orgaz y publicado en el libro El Gran Prado, de 1993.

[1] Mural realizado junto al artista argentino Raúl Soldi.

Patricia Garzón Serrano

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