Este ciclo es un clásico en nuestra programación desde el año 1995. La actividad consiste en el desarrollo de una investigación formativa de una pieza o conjuntos de piezas de la colección del museo.
Desde el curso 2016/2017, al amparo del convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio de Cultura y Deporte y la Universidad Complutense de Madrid, el MNAD y la Facultad de Geografía e Historia de la UCM, han llegado a un compromiso para ofertar a los alumnos que cursen posgrado (Máster Universitario en Estudios Avanzados en Historia del Arte Español y Máster Universitario en Estudios Avanzados de Museos y Patrimonio Histórico-Artístico) la posibilidad de formar parte de la actividad como parte de sus prácticas formativas o TFM.
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Los primeros años del siglo XX estuvieron marcados por el Modernismo, una corriente de renovación artística que tuvo una gran acogida en el campo de las artes decorativas, en general, y en el arte del vidrio, en particular. Jutta Sika fue precisamente una de las diseñadoras que encontró en este material un nuevo soporte para la experimentación técnica y creativa. Este jarrón es una pieza realizada en vidrio soplado e irisado, una técnica innovadora en aquel momento que dota a las piezas de un singular brillo. En su diseño, Sika interpretó el Modernismo de una manera personal en cuanto a sus referencias a la naturaleza, pues la propia forma del jarrón, fluida y con líneas que se curvan orgánicamente, podría sugerir el movimiento de un tornado.
La arqueta ha sido un contenedor utilizado desde la Antigüedad que ha servido como obsequio en diversas culturas. Se registra un amplio abanico de materiales, técnicas y procedencias para estos muebles utilitarios y ornamentales, profanos o religiosos. Este ejemplar, de carey y plata, realizado entre mediados del siglo XVII y el XVIII, destaca por el exotismo de la concha de tortuga en el contexto español y su posible procedencia mexicana. Su contexto aviva la incógnita de conocer el secreto que guardaba, y conduce al cuestionamiento de los diálogos interculturales en los que participó.
El rosario ha sido una pieza indispensable para el rezo desde la Baja Edad Media hasta la actualidad. Dentro de la confesión católica, su uso ha estado muy vinculado a las prácticas de devoción a la Virgen María, si bien pronto también se convirtió en una joya casual indispensable para los feligreses, quienes portaban esta pieza como elemento integral de su indumentaria y símbolo de estatus.
Objeto de tocador y pieza de coleccionismo, esta polvera posee unas características que la hacen especial. Más allá de su función de contenedora de polvos de maquillaje, destaca por el retrato en miniatura de María Teresa de Silva, XIII duquesa de Alba, completamente a la moda del momento. Se le atribuye a Agustín Esteve, íntimo colaborador de Francisco de Goya y que retrató con frecuencia a la nobleza del último tercio del siglo XVIII.