Tras los tres años dedicados al estudio de Nuestra Señora de las Mercedes (2015-2017), el Museo Nacional de Arqueología Subacuática Ha comenzado un nuevo proyecto: la Carta Arqueológica Subacuática de la Región de Murcia, utilizando los avanzados medios de teledetección que se usaron en esas campañas. Colaboran en el proyecto el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Armada a través de especialistas del Centro de Buceo de la Armada (Cartagena) y del Instituto Hidrográfico de la Marina (Cádiz).
La carta arqueológica es un excelente instrumento para la protección del Patrimonio Cultural Subacuático, una de las principales funciones del Museo, como sede del Observatorio Permanente del Plan Nacional Subacuático.
El proyecto, bajo el nombre de CARTAsub-2018, pretende cubrir en tres campañas (2018, 2019 y 2020) todo el litoral de la CARM, para, inmediatamente, continuar en otras CCAA que en su momento se determinen por parte del Ministerio de Cultura y las respectivas Autonomías.
El Proyecto CARTAsub-2018 da continuidad a los trabajos y a los excelentes resultados que el Museo realizó entre 1997-2000 entre Mazarrón y La Azohía bajo el título de “Proyecto Costa”, y en 2007 y 2008 en la bahía de Cartagena con la compañía norteamericana Aurora Trust.
La primera campaña se inició cuando el equipo de investigadores del Museo, del IEO y de la Armada se embarcaron el viernes 5 de octubre de 2018 a las 09.30 de la mañana en el buque “Ángeles Alvariño”, perteneciente al IEO. La campaña terminó el viernes 12 al atardecer, completando un total de 8 días de prospección en los que el barco y los sistemas de teledetección trabajan 24 horas del día, y los investigadores se organizan por turnos de 4 h.
En esta primera campaña se trabajó en la zona que va desde Escombreras hacia Cabo de Palos. En las campañas de 2019 y 2020, el objetivo será cubrir la costa en dirección a La Manga y en dirección a Águilas.
Terminada la primera campaña, se están procesando, analizando e interpretando los datos recuperados para obtener conclusiones fiables de valor arqueológico. El complejo procesado de estos datos permitirá en los años y décadas sucesivos planificar diversas excavaciones monográficas.