El yacimiento de Puntas de Algas se sitúa frente a un pequeño cabo del mismo nombre, que delimita el área conocida como “La Encañizada” que es una de las tres zonas de entrada natural desde el Mediterráneo al Mar Menor.
El yacimiento fue descubierto en 1959 por un pescador, quién comunicó el hallazgo y acompañó a las autoridades locales en una primera visita oficial al sitio. Entre 1959 y 1963 se realizan varias campañas de excavación, que son las primeras realizadas en España con metodología arqueológica y con buceadores autónomos bajo la supervisión de arqueólogos de tierra y en colaboración con la Armada. En 1973-1974, se organiza otra excavación desde el Centro de Arqueología Submarina dependiente del Patronato de Excavaciones Arqueológicas Submarinas de Cartagena con la colaboración de buceadores voluntarios y en 1980 se hace la última intervención de época de Julio Mas. Ya en el siglo XXI, en 2001 se hizo una breve campaña de documentación y un sondeo en el yacimiento, promovida por el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar. En 2009 y 2011 se volvió al yacimiento, en el marco del proyecto de actualización de la Carta Arqueológica Subacuática de la CARM realizada desde el Museo Nacional, con el objetivo de localizar el yacimiento con GPS, documentarlo, valorar su estado de conservación y realizar un sondeo (Castillo y Miñano, 2012). Además en octubre de 2011 se llevó a cabo una última excavación tras su elección como yacimiento escuela del Curso UNESCO-España de Arqueología Subacuática.
Se trata de pecio romano republicano, datado en el s. I a. C. (sobre el 80 a.C.), que transportaba un cargamento principal de ánforas vinarias itálicas del tipo Lamboglia 2 y algunos otros escasos materiales (fragmentos de cerámica de barniz negro tipo Cales tardío y cerámica común, un mazo de carpintero, un cepo de plomo y restos de planchas de plomo).
De los sistemas de cierre de las ánforas se han documentado algún tapón de corcho, varios opérculos de cerámica y varios cierres de puzolana, alguno de ellos con el sello del expendedor de la mercancía -L.VIBI.L.C.L.LUVC-. Mención especial merecen los abundantes sellos impresos que aparecen en muchas de las ánforas: el común a todas es la representación figurada de una “victoria alada” en el interior de un óvalo; y el otro sello cambia, mostrando distintas abreviaturas que se han interpretado como nombres de esclavos, al no aparecer tria nomina, la mayoría de origen griego, ilíricos o derivados de praenomina latinos (Molina y Márquez, 2002, 299-309).
Aparte del cargamento principal se documentaron otros materiales: algunos fragmentos de cerámica de barniz negro (Cales tardío) en escaso número, destacando un gran plato de pasta gris; algunas cerámicas comunes; un gran cepo de plomo decorado en uno de sus brazos con dos símbolos en relieve, que representan una cruz y una palma muy simplificados (Catálogo Arqua, 2008, ficha 46); y un interesante y singular mazo de carpintero, realizado en madera, posiblemente utilizado para realizar operaciones de mantenimiento a bordo (Catálogo Arqua, 2008, ficha 47).
Respecto al propio barco, no se localizó ningún resto estructural del mismo a excepción de algunos pequeños fragmentos de madera y huellas indirectas del mismo (restos de planchas de plomo y algún clavo perteneciente al recubrimiento del casco).