Una de las formas principales de la cerámica fenicia del ámbito mediterráneo occidental son estos platos de cerámica roja, que se utilizaban para la vajilla de mesa, y se consideraban elementos de lujo por algunas culturas por su engobe rojo y su brillo, que imita formas metálicas. Sobre una base plana o también retraída, a veces ligeramente marcada, se levanta el cuerpo del vaso muy abierto de perfil cónico o en línea curva. La parte honda, o sea el plato propiamente dicho, está casi siempre rodeada de un borde más o menos ancho, que en la mayoría de los casos está claramente marcado, que puede ser de forma horizontal o en curva y es de importancia decisiva para la determinación de la forma.