Caja de rapé

Esta pieza, perteneciente al pecio Nuestra Señora de las Mercedes, hundido en 1804, es una “cajeta” que describe el perfil de una venera, siendo sus caras planiformes. La tapa, unida mediante bisagras, se decora con motivos geométricos a base de "ces" vegetalizadas formando cuatro cartelas simétricamente dispuestas en los puntos cardinales y éstas unidas por una cenefa de cartones; en el centro se abre un generoso espacio, cerrado por eslabones vegetales, donde se representa la escena de un zorro acechando un pájaro. La cara posterior guarda idéntica composición y solo se cambia el motivo de la reserva: dos aves posadas en un jardín.

Técnicamente, los adornos se trabajaron a punta de buril matizando los fondos con un picado de lustre a base de puntos gruesos. El tratamiento técnico del ornato y el empleo de un vocabulario ornamental que se mueve todavía dentro de un temario de ascendencia geométrica, aunque ya evolucionado hacia formas naturalistas, permiten fijar su cronología dentro del primer cuarto del siglo XVIII.

Por otra parte, los animales representados y la estructura de la caja en forma de venera conducen hasta los talleres bolivianos del área de Potosí. En este sentido, el gusto desarrollado en el Virreinato del Perú por las cajas con este perfil avenerado (utilizado asimismo en otras cajas mayores: las llamadas “coqueras” o “yerbateras” y las dulceras) confirman esta propuesta y este ejemplar de La Mercedes encuentra un ejemplo similar en su diseño con la rescatada del galeón Nuestra Señora de la Luz, hundido frente a Montevideo en 1751 (subastada en Sotheby´s Nueva York, marzo 1993, lote 250).

Cristina Esteras Martín