Las pequeñas dimensiones de esta ánfora, fechada entre los siglos V a.C y a IV a.C., han dado lugar a varias teorías sobre su posible función. Su aparición junto a otras piezas como quemaperfumes y figurillas oferentes han hecho pensar en su posible uso ritual en las ceremonias de incineración. Pero su hallazgo en contextos subacuáticos abren la posibilidad a que se trate de un contenedor de productos exclusivos con mucho más valor. Salto de línea