Ascensor

• Edificio - 02 de octubre de 2016

La instalación hace cinco años de un ascensor en el patio interior del MNA supuso un gran paso para hacer del museo un lugar más accesible para todos, para facilitar la movilidad dentro del espacio público de todas las personas que lo visitamos o trabajamos en él con independencia de nuestra condición física. También de las familias con bebés, a las que ahora además, como ya hemos visto en una noticia anterior, ofrecemos cambiadores de pañales en los dos aseos principales. El ascensor tiene otra virtud añadida: ofrece una experiencia más dentro de la visita, pues, al ser una estructura exenta y acristalada, permite obtener una panorámica vertical en movimiento del corazón del edificio.

Sin embargo, esta experiencia en buena medida quedaba empañada por dos defectos de funcionamiento que han sido objeto de numerosas quejas de los “usuarios”, más que justificadas: las descargas de electricidad estática que a menudo provocaba el contacto con los botones de subida y bajada –gracias a la carga acumulada por los zapatos con suela de goma tras pisar los suelos de pvc o “sintasol” del museo- y los golpes que muchas veces propinaban las puertas al cerrarse por ser evidentemente insuficiente la única célula fotoeléctrica de que estaba dotada la caja y cuya misión era detectar si alguien estaba aún entrando en el elevador para retrasar el automatismo del cierre.

Pues bien, después de estudiar diferentes soluciones, este año hemos puesto en marcha las correspondientes medidas para corregir ambos defectos: hace unos meses, instalamos alfombrillas antiestáticas tanto dentro de la caja como en los “descansillos” delante de las puertas en cada planta –éstas del mismo color identificativo de cada sección de la exposición permanente- y ahora hemos colocado un arco con más de diez células fotoeléctricas que va de techo a suelo a ambos lados del acceso al ascensor y que ofrece una capacidad de detección de los cuerpos interpuestos mucho mayor que el sistema monocelular que teníamos hasta ahora.

Esperamos que, ahora sí, el uso del ascensor sea una experiencia satisfactoria para todos.