¿Quién iba a pensar que en pleno siglo XXI íbamos a estar “prisioneros” de un virus? Ya veis que todo es posible. En un momento histórico repleto de drones, tecnología punta, impresoras 3D, inmediatez y redes sociales, de repente un día tenemos que confinarnos.
Cuando tenemos que pasar 24 horas al día en casa, nos proponemos mil y una formas de rellenar todas esas horas. Hay soluciones creativas para todos los gustos: humor confinado, desempolvar la cinta de correr, bailar, hacer puzles, lanzarnos al mind & tangle, aprender un idioma, cocinar como si tuviéramos que dar de comer a todo un regimiento, acudir puntualmente en nuestros balcones a nuestra cita con los aplausos de las 20:00…
Inmersos en la sociedad de la información, probablemente leemos más que nunca. Leemos todo tipo de cosas: novelas, tweets, mensajes de WhatsApp de familia y amigos, cómics o cualquier cosa que nos permita desconectar de este momento tan extraño que nos ha tocado vivir.
Para que tuviéseis más opciones de lectura, quisimos también aportar nuestro granito de arena y os ofrecimos la posibilidad de acercaros algo más a la antropología cultural y social a través del proyecto “Lecturas para quedarse en casa”, una propuesta para hacer un viaje en el tiempo a través de cosas muy cotidianas. A veces sorprende cómo ha cambiado nuestro modo de vida, otras todo lo contrario: lo poco que ha cambiado en cosas esenciales. Cuando nuestro entorno material se reduce drásticamente, como durante el confinamiento, es todo un motivo para la reflexión…
Cada semana, siguiendo un hilo argumental basado en las recomendaciones que todos estábamos recibiendo en torno al confinamiento, os proporcionamos contenidos en acceso abierto, una “barra libre” de letras para que las “horas muertas” del confinamiento fuesen más llevaderas. Y además así podíamos seguir manteniendo ese contacto tan necesario entre la biblioteca del MNA y quienes queríais acercaros a ella sin salir de casa.
Y una vez hechas las presentaciones… pasen y lean. ¡La biblioteca virtual aún sigue abierta!