Una de las misiones que nos autoimpusimos pero que forma también parte del ADN que justifica la existencia de los museos fue la de seguir entreteniendo. Y si ese entretenimiento podía seguir ayudando a comprender mejor la diversidad cultural tan presente en nuestra institución, mejor. El reto consitía en hacerlo "de forma telemática", es decir, a museo cerrado y con materiales accesibles para ser descargados o impresos desde los equipos informáticos domésticos de nuestro público digital.
Las recetas tenían que estar presentes, pues si algo ha recibido un impulso claro durante el confinamiento ha sido la afición culinaria. Además, al compartir recetas "del mundo" apoyamos el conocimiento y respeto hacia todas esas culturas que aún nos quedan por conocer, también, a través del sistema del gusto. Pero también propusimos acercarnos a esas culturas a través de recortables, cuentos o juegos en familia.
También fue un buen momento para la lectura. Por ello decidimos no suspender nuestro servicio de biblioteca y organizarlo de forma temática para cada semana recomendar un buen rato de ocio a través de nuestras publicaciones.
Que no se puediese visitar ni el museo ni sus exposiciones temporales durante la fase en la que permanecimos cerrados nos llevó a un primer intento de apertura de un "museo virtual". Bueno, en este caso fue más bien una "sala de exposiciones virtual". Os propusimos visitar parte de nuestras últimas expos de los últimos años a través de sus materiales de apoyo.
Estas secciones que describimos y que se despliegan en el menú conformaron durante la fase del confinamiento y parte de la desescalada el MNAislado. Pero como todo llega, el pasado 9 de junio volvimos a abrir. Como tanto las actividades como las lecturas siguen siendo recomendables pasamos a llamar la sección MNAbierto y seguimos actualizándola. Esperemos que aún sigan cumpliendo su principal función: haceros pasar un buen rato.