La colaboración con las comunidades de origen de las colecciones del museo es el cambio más importante que se ha producido en los museos de antropología en las últimas décadas.
Los museos interpretaban y contextualizaban los objetos de otras culturas, construyendo nociones sobre la cultura e historia indígenas por los occidentales, dirigidas al público occidental. La actualidad ha venido marcada por un cambio que reconoce el derecho de las comunidades de origen a construir su propia voz sobre su patrimonio cultural.
Ellos son los expertos y las autoridades sobre su propia cultura. Las exposiciones e interpretaciones del museo afectan a las comunidades, cómo son representados, cómo quieren ser representados. Tienen derecho a controlar lo que se dice sobre ellos y la imagen que de ellos se da al exterior.
Los museos pasan así a ser administradores de esos objetos, y los conservadores facilitadores.