En la planta baja del museo encontrarás una selección de las colecciones que, en su mayor parte, proceden de la Exposición General de las Islas Filipinas celebrada en el Parque de El Retiro de Madrid en 1887. La complejidad étnica, histórica y cultural de este inmenso archipiélago tropical, integrado por once grandes islas y más de 7000 de pequeño tamaño, queda reflejada en los abundantes y variados objetos pertenecientes a un heterogéneo conjunto de comunidades como kankanay, ifugao, tagalog, bicol, visayas, manobo, bagobo, entre otras. La exposición se organiza atendiendo a cinco grandes áreas temáticas que te permiten acercarte a este singular país y su rica cultura material que simboliza la fusión entre Oriente y Occidente.
Conoce las tradicionales formas de subsistencia basadas en la pesca, la caza y la agricultura, con especial atención a uno de sus productos más extendidos: el arroz. También la importancia del transporte marítimo y terrestre, así como la intensa actividad comercial gracias a la situación estratégica de las islas. De hecho, durante el dominio colonial español, Filipinas jugó un papel fundamental en una de las principales rutas comerciales de la época que unió Asia, América y Europa: el Galeón de Manila.
Las viviendas filipinas tradicionales se construían en madera y bambú y, en algunos casos, sobre pilares. Los útiles de uso doméstico también se realizaban con materias primas de la zona como el coco, el bambú, el barro, la madera, el asta, las conchas y las fibras vegetales. Algunos de estos objetos tenían también un significado simbólico o eran signo de prestigio social.
Al igual que en otras culturas, los tejidos filipinos revelan un complejo mundo simbólico relacionado con el ciclo vital y el estatus social y económico; destacan las manufacturas textiles de piña y abacá de carácter artesanal y tradición familiar. Además, las intensas relaciones comerciales permitieron el intercambio de influencias asíaticas y europeas que tienen su máximo exponente en los conocidos mantones de Manila realizados en seda.
En Filipinas las creencias animistas más ancestrales conviven con el cristianismo introducido por los españoles. En esta sección puedes apreciar los anitos, figuras antropomorfas que representan a los antepasados, a los cuales se rinde culto para obtener protección, así como los bulol, divinidades de los graneros. Relacionadas con el cristianismo puedes observar algunas representaciones de santos y vírgenes.
La población filipina también ha recibido a lo largo del tiempo numerosas influencias culturales que puedes descubrir a través de la música, los juegos de cartas y las peleas de gallos, así como de una de las aficiones más extendidas: el consumo de tabaco y betel. Muchas de estas actividades no son únicamente lúdicas sino que tienen un importante papel social al estar intimamente relacionadas con el ciclo vital, festivo y ceremonial.