Tras su presentación en el Museo Nacional de Antropología, en 2019, esta Exposición va a ser mostrada al público nuevamente. Esta vez, será en Gijón, una de las dos ciudades que aparecen en ella, gracias a las fotografías de Constantino Suárez.
La inauguración tendrá lugar el día 21 de octubre, por la tarde, en la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular, el antiguo Instituto Jovellanos.
La Exposición se centra fundamentalmente en aspectos asociados a las consecuencias de la guerra, en un periodo que abarcó desde la sublevación de julio de 1936 hasta la caída de Gijón en octubre del año siguiente. Los impactos de los bombardeos aparecen reflejados por ambos fotógrafos y sus estragos en las poblaciones y en los edificios de ambas ciudades se unen a las escenas del sitio de Oviedo, reflejado por Constantino Suárez. Junto a ellos, como no podía ser de otra forma, estas fotografías muestran una vida cotidiana absolutamente mediatizada por la guerra tanto en los aspectos ideológicos como en los problemas derivados de la ruptura de los canales de abastecimiento. El primer aspecto se plasma en el simbolismo de muchos actos y en la propaganda de los contendientes, mientras que el segundo se concreta en imágenes con largas colas de personas esperando el reparto de alimentos así como en muchas escenas en las que la comida está presente como motivo central de la fotografía. Junto a todo esto, la cotidianeidad se mantiene en fotografías de los primeros momentos de la contienda o en actuaciones en las que los niños juegan un papel primordial y en las que se pretende mantener una normalidad inexistente.
Salvando las diferencias procedentes de las distintas sensibilidades artísticas, Constantino Suárez y Florentino López, Floro, coinciden en muchos casos en el contenido documental, a pesar de que reflejan situaciones protagonizadas por ideologías enfrentadas. En bastantes imágenes el resultado es similar: la misma destrucción, las mismas penalidades, el mismo sufrimiento o la propaganda opuesta que recurre a métodos similares. Acudiendo a una idea ya tópica, estas fotografías son “buenas para pensar”.