El 29 de abril de 2016 hemos celebrado los primeros 140 años de vida del museo. No está mal. Eso lo convierte en uno de los museos más antiguos de Madrid y de España y desde luego en el primero en el ámbito de la antropología. Y tiene el mérito de haber permanecido siempre en el mismo lugar y dentro del edificio que fue creado para albergarlo, lo que no es muy común.
Naturalmente ha sufrido altibajos y ha tenido que adaptarse y evolucionar repetidas veces para sobrevivir en diferentes contextos sociales, institucionales y políticos, cambiando incluso en varias ocasiones de nombre y de orientación temática. Eso habla con claridad de que siempre ha mantenido y renovado el espíritu pionero que le imprimió el doctor, lo que además ha sido y es una de sus fortalezas. Ese espíritu que ahora queremos que nos inspire y al que queremos ser fieles para, sin cambiar de “cascarón”, dar un nuevo paso adelante y transformarlo en un museo colaborativo y comprometido con la sociedad multi e intercultural de nuestros días en el marco de la antropología social.